El rectificador actual tiene que estar en constante capacitación, pues la modernización de los motores así lo exige, explicó el ingeniero Elías Guillermo Rodríguez Pérez, adscrito a la Asociación de Rectificadores y Reconstructores Automotrices (ARRA), durante su participación en el INA PAACE Automechanika 2023, celebrado en las instalaciones del Centro Citibanamex de la Ciudad de México.
En la conferencia “Cómo escoger al rectificador con las mejores prácticas”, el especialista subrayó la importancia de acudir con un experto calificado.
Frente a decenas de mecánicos, aseveró que “el valor de mercado les puede ayudar a tener una mejor calidad con la misma cantidad de dinero”.
“Cuando tú le llevas el motor a un buen rectificador, te lo tiene que dejar igual o mejor que cuando salió de la agencia. Pues existen las tecnologías y las herramientas para llegar a ese nivel”, expresó.
Indicó que cuando un mecánico se acerca a un rectificador modernizado podrá trabajar con la seguridad de que lo que arregló no volverá a fallar.
“Y eso le va a permitir dar garantías más amplias y generar mayor lealtad en los clientes”, apuntó.
En ese sentido, explicó que si no se acude con un rectificador calificado el “que paga los platos rotos no es nada más el cliente final”. Apuntó que es el mecánico quien tendrá que volver a desarmar el motor y realizar de nuevo el proceso que ya había hecho.
Un buen rectificador
El ingeniero Rodríguez Pérez señaló que un buen rectificador debe tener con qué medir, pues si no se cuentan con las herramientas adecuadas no hay forma de controlar lo que se busca solucionar. En ese sentido, requiere buenos comparadores de interiores, micrómetros de exteriores, rugosímetro y, sobre todo, acceso a las especificaciones del fabricante.
Un buen rectificador, agregó, tiene que pertenecer a alguna asociación que le pueda dar acceso a esa información. Con ello, podrá saber cuáles son las especificaciones de la altura, de la cabeza, de la presión, de la altura de los resortes, del acabado de la rugosidad, de las tolerancias, etcétera.
“Si yo no tengo cómo acceder a esa información, pues estoy trabajando a ciegas”, puntualizó.
