Su voz transmite pasión y entusiasmo, la misma voz que impulsa a su equipo a no rendirse y trabajar para superar la crisis, una actitud positiva que le permite tener la confianza para salir victorioso. Así es Ernesto Carrion, country manager de México y Centroamérica de Chicago Pneumatic.
Una pasión
“Me apasiona mucho el tema de la industria automotriz y la electrónica”, reconoció, por lo que su llegada a la empresa hace 17 años fue muy natural.
Ingresó para laborar en Desoutter, empresa hermana de Chicago Pneumatic, dedicada a la distribución de herramientas para las armadoras y fabricantes de equipo original. “Empecé como gerente de área para México, luego me dieron la oportunidad de desarrollar Centroamérica y posteriormente Sudamérica. Pasé de tener la responsabilidad de un país a manejar una región completa”, indicó.
Aunque sus logros fueron importantes, aceptó que fue complicado, “era mucho trabajo para una sola persona, no obstante, senté las bases para el crecimiento del mercado en la región a través del desarrollo de distribuidores clave”.
Sin embargo, la crisis del 2008 sacudió los cimientos de la empresa, por lo que deciden recortar a varios colaboradores, entre ellos a Ernesto. A pesar de esto un par de años después regresó a la compañía para laborar ahora con la marca Chicago Pneumatic. Esta situación lo curtió y le enseñó cómo enfrentar la crisis.
Actualmente, como country manager es responsable de las dos marcas: Desoutter y Chicago Pneumatic, y desde esta posición enfrenta la nueva crisis, pero ahora de manera diferente: Con reducción de gastos, salarios escalonados y cancelación de su participación en expos. El objetivo, dice, es disminuir entre 20 y 30% los gastos de la compañía.
Sortear la crisis
La calidad de los productos de la empresa no está en duda y es que su producción proviene de Japón, Taiwán y Francia, de allí se trasladan a un centro logístico mundial que se encuentra en Bélgica donde se distribuye a todo el mundo.
Debido a la pandemia por el COVID-19, la compañía enfrentó algunos problemas de distribución, pues de tardar entre tres y cuatro semanas en recibir la mercancía llegó a demorarse hasta seis semanas, pero este no fue el impacto más grave, sino el tema de la variación en el tipo de cambio.
“Esa fue la mayor afectación, si me preguntan ¿cuál es el problema más grande?, es precisamente ese”, aceptó.
“El tipo de cambio es una variable que nos está afectando y no nada más a nosotros, impacta directamente al consumidor. Antes el tipo de cambio era de $19 ahora de $24, es una parte complicada y estamos trabajando para mitigar ese tema”, explicó.
No rendirse
¿Cómo enfrentar esta crisis? Con una personalidad disciplinada, tenaz y apasionada, así señaló Ernesto Carrion quien tiene una frase para esta situación. “Nunca me rindo ante ninguna adversidad”, aseveró.
Desde su función como líder de un equipo, no se deja vencer y aconseja a sus colaboradores. “No hay que rendirnos, hay que salir adelante y especialmente aprender de las crisis”.
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